Tú, el culpable de mi todo
Hoy me desperté con ganas de ser sincera contigo, con la suficiente fuerza para destapar todo lo que no te dije antes. Te escribo para contarte que sigo estando aquí, a pesar del pasado, sigo siendo la misma de antes, con los mismos ojos, los mismos complejos y también las mismas virtudes, y siempre con el mismo corazón. Soy la que he sido siempre, aquella que se enamoró perdidamente de ti, cuando menos se lo esperaba, un día cualquiera...
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