Ya es la hora de dejar todo el pasado atrás, de dejar todos los recuerdos, de llorar, de cambiar de actitud. Es hora de sonreir, de mirar hacia el presente y el futuro y ver que lo que me espera es mucho mejor que lo que tuve anteriormente, por maravilloso que hubiera sido pero todo acaba, quedan millones de días por vivir en los cuales no aseguro una sonrisa todos los días pero por lo menos una actitud más alegre, sin tantos altibajos, siguiendo una línea recta, la línea de la felicidad, porque cuando dicen que una puerta se cierra otra se abre, y es aquí cuando esta frase hace incapie en mi, de hoy en adelante prometo no derramar ni una sola lágrima y sonreir antes los problemas y ante los baches que me vayan obstaculizando mi camino.
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