domingo, 18 de diciembre de 2011

Y ya solo quedan lagrimas.

Te fuiste y me dejaste sola, ahogándome en mi mar de lágrimas. Lágrimas frías, hirientes. Lágrimas que empiezan en mi corazón y mi alma, continúan resbalando por mis blancas mejillas, acaban al fin en el duro y frío suelo. Lágrimas que caen por ti, por cada paso que dimos juntos, por cada vez que te echo de menos. Lágrimas por cada beso tuyo que mis labios probaron, y cuyo sabor sigue en ellos como en cada instante en el que me regalabas todas esas pruebas de amor. Todas esas lágrimas que representaban nuestro amor, un amor terminado por ti, pero constante para mi.

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